Ahora que estamos en plena quincena del visillo, vamos a daros unos pequeños consejos a tener en cuenta a la hora de vestir nuestras ventanas.
Antes de nada debemos tener en cuenta diversos factores como la luz de la estancia, el tiempo que permanezcamos en ella, la proximidad de ventanas vecinas, la decoración de la habitación o la forma de la ventana.
El tipo de ventana y la orientación de ésta son fundamentales a la hora de escoger visillo. Si vivimos en plena ciudad y por nuestra ventana no entra mucha luz, optaremos por telas no muy densas que no nos quiten luminosidad. Si el visillo es para nuestro dormitorio habrá que pensar también en preservar nuestra intimidad.
Tanto los visillos como las cortinas se adaptan a la perfección a estilos clásicos y contemporáneos. Para estilos más modernos y minimalistas podemos optar por estores o paneles japoneses, de los que ya hemos hablado por aquí. Existen también soluciones intermedias como poner estores de visillo y caídas o cortinas, o confeccionar los visillos con ollaos y ponerlos en una barra metálica.
Un factor muy importante es nuestro presupuesto. Debemos tener en cuenta que los visillos necesitan más cantidad de tela, aunque su confección es más barata que, por ejemplo, la de un estor.
Otro factor a destacar es la estancia de la casa en la que queramos colocar los visillos. Para un salón podemos optar a combinar cortina y visillo o cortina y estor. Si no es muy luminoso el visillo es nuestra mejor opción. En un dormitorio podemos alternar cortinas tupidas con visillos ligeros. Tendremos luz durante el día y oscuridad por la noche, además de dotar a nuestra estancia de serenidad y preservar nuestra intimidad. En la cocina es recomendable que elijamos una tela resistente al humo y la humedad, como pueden ser cortinas de media ventana en hilo de algodón o loneta. Los hay con divertidos estampados relacionados con la cocina.
Con todo esto ya solo queda adaptar estos consejos a nuestro gusto, que es el que juega el papel fundamental.
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