Hoy queremos hablaros de las fundas nórdicas. Todos las conocemos, pero realmente, en el mundo de la ropa de cama, es una prenda relativamente nueva. Aún así, en pocos años ha conseguido quitarle el puesto a mantas y edredones en las frías noches de invierno.
¿Como ha sucedido esto? Pues gracias a las enormes ventajas que la funda nórdica nos ofrece, que no son pocas.
Su ligereza. Abrigan mucho pero no pesan, permitiéndonos movernos con comodidad.
Son más económicas. Tan solo necesitamos complementarla con una sábana bajera y una funda de almohada, y muchos fabricantes ya las venden juntas. Además podemos usar la funda sin relleno como colcha en verano. Otra ventaja para nuestro bolsillo es que resulta más barato tener varias fundas para usar con el mismo relleno que tener varios edredones.
La facilidad con la que haremos la cama con una funda nórdica es sorprendente. No perderemos ni un minuto.
Las fundas transpiran muy bien, algo muy beneficioso para colchón, sábanas, y por supuesto para nosotros.
Los rellenos de buena calidad suelen estar hechos de plumón. Un material con gran poder térmico, aunque tiene la desventaja de que es perjudicial para la gente alérgica. En estos casos siempre esta la opción de usarlos sintéticos o de fibra, que además son más económicos.
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