elegir cortina

Existen muchas opciones a la hora de elegir cortinas. Para acertar con la cortina más adecuada a lo que buscamos debemos tener en cuenta la función de la cortina, los modelos, diseños, materiales y medidas. Al elegir una u otra cortina podemos cambiar por completo,  para bien o para mal, la decoración y el aspecto de una habitación.

Hay cuatro aspectos importantes a la hora de elegir una cortina. A continuación vamos a intentar detallar un poco cada uno de estos aspectos.

A) Función de la cortina.

Es importante tener en cuenta que función o propósito práctico va a tener la cortina que vamos a elegir.

Los motivos en los que pensamos al elegir una cortina pueden ser:

Filtrar el paso de la luz.

Resguardar la privacidad de la estancia.

Destacar la decoración.

Realzar la vista al exterior.

Combinar con color o estilo a otros elementos de la decoración. (alfombras, tapizados, etc.)

Ampliar o reducir a la vista una habitación o ventana.

B) Elegir el tipo de cortina.

El segundo paso serían los detalles estéticos como el color, la tela o el tipo de cortina, principalmente el sistema usado para colgar la cortina y el diseño que mejor se adapte a ese sistema.

Cortina clásica con barras. Son fáciles de colocar, decorativas y se adaptan a todo tipo de ventana. Es la opción más conocida y práctica. Existen en el mercado diversos materiales para las barras como la forja, la madera o patinados en distintos colores por lo que debemos elegir la que mejor se adapte al resto de la decoración.

Tambíen debemos contar con los complementos (argollas, soportes y terminales) y las distintas opciones para ocultar o disimular las barras, aunque visibles quedan muy bien estéticamente.

Los cabezales (terminación superior de la cortina) pueden ser fruncidos, planos, con moños de 3 ó 4 pliegues,…, desde donde sujetamos las argollas o presillas que las soportan en el riel.

Cortinas de rieles. Están formadas por un riel y unas guías deslizantes donde se sujeta la cortina con pequeños ganchos. Pueden ser de plástico o de metal siendo estos últimos más resistentes y aptos para cualquier cortina. Es un sistema perfecto si no tenemos espacio suficiente entre la ventana y el techo como para poner una barra.

Llevan unas cuerdas o bastones para abrir y cerrar, colocados en el lateral de la ventana o integrado en la cortina.

Cortinas con tensores. Consiste en un cable de acero donde se sujetará la tela de la cortina con ganchos o argollas. Se adapta a cualquier ventana pero sólo con cortinas livianas para estilo moderno e industrial sin demasiado diseño.

Cortinas Romanas. Panel de tela liso que se pliega verticalmente, haciendo forma de acordeón, mediante un sistema de varillas horizontales cosidas por dentro de la tela en intervalos regulares. Estas varillas mantienen la tela tensa para formar los pliegues sin problemas. Se manejan por medio de un cordón manual.

Cortinas Roller. Las cortinas de enrollar están formadas por un panel de tela liso con un rodillo giratorio en la parte superior que enrolla o desenrolla la cortina desde un cordón.

Visillos. Son paneles de cortina sujetos por arriba y por abajo mediante un sistema de dobladillos en los que se pasa un par de varillas de metal tensadas y sujetas a la ventana. Se adaptan muy bien para ventanas pequeñas y se usan telas finas como el lino, la gasa o la organza de colores claros.

C) Elegir la cortina. Además de los aspectos puramente estéticos, al elegir la tela debemos acertar con el tejido adecuado que nos permita dejar la luz necesaria.

Para habitaciones con pocas horas de sol directo lo mejor es una cortina ligera y traslúcida que deje pasar la luz y ofrezca suficiente intimidad. Por el contrario si estamos expuestos a mucha luz solar pondremos cortinas más gruesas para evitar excesivo calor en verano y que se dañen muebles y otros objetos por los rayos solares.

Para impedir el paso completo de la luz lo más utilizado será un foscurit, terciopelo, la pana o el brocado, siendo lo más novedoso los llamados blackout, telas con un lado vinílico que impide el paso de la luz.

Sí por el contrario lo que deseamos en no oscurecer mucho la habitación o sólo proteger nuestra intimidad las telas más adecuadas son el algodón muy ligero, el lino o la gasa.

También podriamos usar la combinación de una cortina ligera con otra con más cuerpo para disponer de una u otra según la necesidad del momento de más o menos luz.

D) Color y diseño. Dependiendo del efecto que busquemos, el color de la cortina es fundamental en la decoración. Las cortinas claras darán sensación de amplitud mientras que las oscuras producen en efecto contrario.

Para concluir diremos que siempre hay que tener en cuenta el material, color y diseño de los muebles donde pondremos las cortinas, así como el color de la paredes y el tipo de suelo o alfombras.

Escrito por: Tejidos El Mundo

Compartir entrada

Deja tu comentario

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies