Da igual el cuidado que pongamos. Inevitablemente mancharemos nuestro sofá, alfombra o cama tarde o temprano. Y si tenemos niños o mascotas… ¡será más pronto que tarde!
Si nuestro caso es este último lo recomendable sería optar por sofás desengrasantes o tapizados. Estos contienen una sustancia llamada teflón que repele la suciedad.
Lo primero que debemos saber es que limpiando la mancha nada más producirse tendremos mucho ganado. Límpiala inmediatamente con un trapo antes de que se incruste en las fibras y recuerda no frotar. Si la mancha no es de grasa y la tela se puede lavar, sumérgela en agua templada (nunca caliente, que nos creará un surco) antes de que se seque.
Debemos tratar cada mancha de modo diferente. Una mancha de café la aclararemos con agua con gas y la dejaremos secar. Si quedan restos, mezclamos vinagre y alcohol a partes iguales y aplicamos de nuevo suavemente. Si manchamos nuestro tejido con fruta, mezclaremos agua, detergente y bicarbonato, o agua y amoniaco. Frotamos, aclaramos bien y listo. Una de las manchas más temidas es la de aceite pero si la tratamos rápido y bien no tendremos problema. Rodeamos la mancha con polvos de talco y después los vamos quitando desde el borde hacia dentro. Para el chocolate trataremos de eliminar todo lo que podamos con una espátula y agua jabonosa. Para lo que quede, un poco de alcohol debería bastar. Y hablando de alcohol, otra mancha muy común es la de bebidas alcohólicas. Para tapicería lo mejor es utilizar, valga la redundancia, alcohol. Además de eliminar la mancha, la evapora.
No solo manchamos comiendo y bebiendo. Seguro que nuestros niños o mascotas nos llenan el salón de barro en algún momento. En ese caso lo dejaremos secar y después lo cepillaremos con cuidado. Un trapo humedecido en vinagre acabará con lo que pueda quedar. Si derramamos tinta debemos rodear rápidamente la mancha con talco para impedir que se extienda y aplicar alcohol en el centro, presionando con un trapo de algodón. Contra la pintura también debemos actuar con rapidez. La mayoría de estas manchas no pueden quitarse cuando ya están secas. Si son acrílicas, frotaremos con detergente, agua, y luego con alcohol metílico. Y si son plásticas pasaremos una esponja con aguarrás mientras todavía esté fresca.
En definitiva, lo importante es actuar con rapidez… ¡y no desesperarse!
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