En los últimos tiempos, el mercado del descanso es un sector en continua evolución, ya que se realizan multitud de estudios de mercado sobre hábitos de descanso y posturales. En estos estudios se busca concienciar sobre lo importante que es para la salud de la espalda dormir en las posturas y los colchones adecuados. El 52% de la población española ha padecido algún dolor de espalda en el último año.
Atendiendo a la estadística y pretendiendo colaborar en una mejora general del descanso, se estudian las posturas más adecuadas a la hora de dormir, llegando a conclusiones como que la mejor postura es situarse boca arriba, apoyando la columna sobre el colchón. Dormir boca abajo no es recomendable ya que modifica la curvatura de la columna lumbar y para poder respirar se mantiene el cuello girado. Dormir de costado es una opción intermedia que permite un buen descanso si se realiza adecuadamente. Es recomendable cambiar frecuentemente de postura.
Otras conclusiones sobre el descanso, que afectan a la base sobre la que descansamos son, por ejemplo, que sobre el colchón en el que nos acostemos esté firme y recto, suficientemente mullido como para que se adapte a las curvas de la columna. Un colchón excesivamente duro es tan perjudicial como uno demasiado blando, en el que la columna ‘flota’ sin la debida sujeción. Un buen colchón es el que presta apoyo a toda la columna cuando se está acostado boca arriba. Existe una creencia errónea generalizada entre la población: El 66% de los españoles piensa que los colchones duros o muy duros son los mejores para la espalda.
Referente a los complementos de la cama, si dormimos boca arriba la almohada debe ser baja y blanda para asegurar que la columna cervical forme con la columna dorsal el mismo ángulo que al estar de pie. Si dormimos de costado, la almohada debe ser alta y dura para mantener el cuello en el eje de la columna dorsal, asegurándonos que no caiga ni rote.
A la hora de incorporarnos en la cama nunca debemos sentarnos directamente desde la posición decúbito supino. Levantarse frontalmente para pasar de acostado a sentado, especialmente con las piernas estiradas, constituye uno de los peores movimientos que se pueden hacer por la sobrecarga que induce en su columna lumbar. Para levantarse de la cama lo idóneo es girar para apoyarse sobre un costado y apoyándose en los antebrazos incorporarse de lado hasta sentarse.
Como norma general, el colchón debe ser al menos 10 cm más largo que la altura de la persona que duerme en él. Además es aconsejable un ancho de al menos 80 cm para cama individual y 150 cm para cama doble. Siempre que se pueda elegir es preferible una cama grande, en especial si se duerme acompañado, ya que de esta manera se puede cambiar de postura con mayor frecuencia y evitar así posturas forzadas.
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