¿Habéis oído hablar de los topper? Hoy vamos a tratar de explicaros que son, y comentar las diversas finalidades que pueden tener. Os vais a sorprender.
Un topper es un colchoncillo que habitualmente mide de alto entre 5 y 8 cm, disponible en tantas medidas de ancho como los colchones habituales, y cuya composición suele ser de material viscoelástico u otro tipo de núcleo enfocado a aportar confort adicional al colchón sobre el que se soporta.
Y es que en muchas ocasiones nuestros colchones se encuentran en óptimo estado y no vemos necesaria su renovación pero nos resultan demasiado duros y no nos ofrecen el confort que necesitamos para descansar adecuadamente. Esto puede ocurrir porque, o bien no hemos hecho una buena elección al adquirirlos, o bien con el tiempo han variado nuestras necesidades de descanso. En cualquier caso, no queremos hacer un desembolso en un colchón nuevo porque, al menos aparentemente, el nuestro está en buenas condiciones. En este caso, el topper es la solución perfecta, pues nos aportará un descanso mucho más confortable con una pequeña inversión.
Hemos comentado en un post anterior que las últimas tendencias en descanso son los colchones “combinados”. Núcleos de muelle de mayor o menor densidad, con una capa exterior viscoelástica, que aporte el confort necesario sin perder las características de firmeza que se necesitan para un correcto descanso. Por eso los toppers son la solución para todos aquellos que teniendo un colchón de muelle tradicional (también puede ser adecuado para un colchón de núcleo demasiado duro), quieran aportar ese plus de confort que ya tienen los colchones más actuales.
Actualmente muchos hoteles disponen de toppers, no solo para dar un toque de confort a sus camas (que también), sino como una solución muy práctica para ofrecer camas matrimoniales cuando se dispone de camas individuales, pues un topper de tamaño King-size sobre dos camas independientes unidas, soluciona problemas puntuales de disponibilidad, cuestión que se puede aplicar a particulares cuando se quiere reconvertir una habitación de dos camas en una con una cama matrimonial.
Otro caso para el que el topper puede ser la solución: ese antiguo sofá cama que tiene un colchón, bien de muelle o espuma, demasiado delgado para ofrecer un descanso adecuado pero que exteriormente está impecable… Tener un topper disponible (puede guardarse enrollado) será la solución perfecta para disponer de una cama súper cómoda en cualquier momento que se necesite.
Casi todos vienen con sujeción de gomas en las esquinas para que no se desplacen y la mayoría tiene componente viscoelástico para mayor adaptabilidad y confort.
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