Aunque este año se está haciendo de rogar, llegamos por fin a la época en que disfrutamos del sol más horas al día. Este aumento de claridad, que es muy beneficioso para la salud y el estado anímico, puede suponer un problema en las viviendas en las que no se dispone de persiana exterior (una tendencia cada vez más frecuente), o en aquellas que tienen visillos que no tamizan la luz lo suficiente para que ésta no dañe muebles, tapicerías o suelos delicados. Así pues, vamos a ver posibles alternativas que existen en el mercado dentro de las cortinas opacas y que nos pueden ayudar a restringir ese exceso de luz que nos impide descansar al amanecer o ver sin reflejos molestos la televisión:
CORTINA BLACKOUT: Se trata de una cortina de tejido opacante confeccionada tradicionalmente, al gusto de cada uno, bien con tablas, moños o liso. Para que su opacidad sea efectiva, debe instalarse lo más pegada posible a suelo, techo y paredes, para que no pase la luz en los extremos. Existe gran variedad de tejidos decorativos y es capaz de tamizar hasta el 90% de luz. Una de las cortinas opacas más demandadas.
ENROLLABLE BLACKOUT: Para una decoración más funcional, entra dentro de las llamadas “cortinas técnicas”, instalado de forma que no queden aperturas entre tejido y marcos o paredes, consigue un alto grado de opacidad, que puede llegar al 100% en el caso de instalarse guiado, puesto que no quedan ranuras.
ENROLLABLE NOCHE-DÍA: Dentro de los estores o cortinas opacas, es el más decorativo de todos y también el más completo, pues puede graduarse la cantidad de luz que dejamos pasar. De todas formas y por sus características, no es el más opacante y nunca podrá oscurecer totalmente una estancia. Puede restar como máximo hasta un 70% de luz.
ENROLLABLE GUIADO A LA HOJA DE VENTANA: Es la solución más eficaz para evitar la entrada de luz. No ocupa espacio y pasa desapercibida cuando está recogida. Con el material apropiado, alcanza el 100% de opacidad.
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