Estaréis de acuerdo con nosotros en que el terciopelo es uno de los tejidos más agradables al tacto que existen.
Una de sus ventajas es que se puede elaborar a partir de prácticamente cualquier fibra, ya que no necesita un tejido concreto, sino a una forma concreta de tejer una tela, confiriéndole la suavidad que le caracteriza. Hablamos de un tejido con pelo muy espeso, corto y, sobre todo, muy suave, cuya técnica de elaboración procede del lejano oriente.
Otra ventaja es que gracias a la incorporación de materias primas baratas como los acrílicos y el poliéster, el terciopelo está al alcance todos los bolsillos y ha dejado de ser un objeto de distinción como lo era en la antigüedad.
Generalmente se utiliza para la elaboración de mantas por la suavidad y calidez que les aporta. Además, su tejido de gran belleza estética encaja tanto en estancias modernas como en las más clásicas.
El terciopelo tolera tintadas de todos los colores, por lo que los modelos de mantas pueden ser tan variados y modernos como uno se imagine. Al poder realizarse con diversos materiales, no es difícil encontrar, por ejemplo, modelos antialérgicos.
Las mantas de terciopelo, por norma general, se pueden lavar en la lavadora incluso hasta 40 grados. No obstante, lo recomendable es utilizar la limpieza en seco en una tintorería, especialmente en mantas de grandes dimensiones. De todas formas, como siempre decimos, antes de realizar cualquier tipo de limpieza debemos consultar la etiqueta de la manta y seguir las directrices del fabricante.
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