Vamos a dar unas pequeñas ideas para decorar esas casas de verano que se pueden tener en la montaña, en la playa o en un pueblo y cuyo objetivo es que nos ayude a relajarnos el tiempo del que podamos disfrutar de ellas.
Las casas de verano, sobre todo las de pueblo o montaña, suelen ser un tanto oscuras. La mejor opción para ahorrar tiempo y dinero es pintar para llenar de color una habitación. Si pintamos una pared con un color distinto a las demas daremos un toque moderno y con estilo. Los colores claros son más frescos y no agobian si aprieta el calor. El blanco es el tono favorito pero también el azul celeste o el verde son buenas opciones.
Los muebles viejos, que estén anticuados o deteriorados tienen mucho encanto si los llevamos a restaurar (aparadores, bancos de madera,viejos aparatos de radio y televisión, etc.). Lo Vintage se lleva cada vez más.
No hay nada más personal y entrañable que colocar en lugares destacados de cada estancia, esas fotografías que reflejan momentos inolvidables al lado de las personas más cercanas a cada uno.
Para ayudar a conseguir un look fresco en verano debemos limpiar a fondo las superficies de cristal para que reflejen la luz solar.
A veces la sensación de espacio es una cuestión visual. Para dar un aspecto más limpio y ordenado a la casa, meteremos en una caja todos los adornos que estén en la habitación y la miramos sin elementos decorativos para luego colocar sólo los que consideremos más indispensables.
Es imprescindible crear una zona de relax como un rincón de lectura junto a la ventana, un cenador en el jardín o las hamacas en la terraza.
Os recordamos que estéis donde estéis podéis comprar cualquier cosa que os haga falta y en 48 horas la tendréis disponible en vuestra segunda residencia. Esa manta para el final del verano, o unas sábanas porque llega un invitado inesperado, todo a un click de distancia.
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